BCI buscaba pasar de monitorear menciones a gestionar conocimiento. En un entorno con múltiples actores y alto volumen de conversación, necesitaba una herramienta que tradujera la percepción digital en datos útiles para la toma de decisiones.
Diseñamos un modelo de medición compuesto por dos indicadores propios: el Índice de Reputación Digital (IRD) y el Índice de Sostenibilidad Digital (ISD).
El primero evalúa cómo se construye la confianza y la admiración en torno a la marca. El segundo mide la coherencia entre lo que la organización dice, hace y lo que los públicos perciben, bajo criterios ESG.
Ambos índices integran más de 200 variables provenientes de redes sociales, medios y foros, y se comparan de manera continua con los principales bancos del país. Así, lo intangible (la reputación y la sostenibilidad) se volvió medible y gestionable.